Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los enfermos de Covid 19 se recuperan entre dos y seis semanas después de haberse contagiado, aunque hay pacientes que después de este periodo siguen padeciendo síntomas como falta de aire (disnea), cansancio, tos, malestar general, pérdida del gusto o del olfato, dolores de cabeza y musculares, diarrea, presión en el pecho e incluso algunas afectaciones neurológicas como falta de concentración, fallos de memoria o deterioro cognitivo, por citar sólo algunas.
Se puede definir el Covid 19 Persistente como «el complejo sintomático multiorgánico que afecta a aquellos pacientes que han padecido la enfermedad COVID-19 (con diagnóstico confirmado o sin él) y que permanecen con sintomatología tras la considerada fase aguda de la enfermedad, persistiendo los mismos en el tiempo» (Fuente: SEMG – Long Covid ACTS).
De hecho, una encuesta realizada por la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y el colectivo de afectados Long Covid ACTS, llevada a cabo entre el 13 de julio y el 14 de octubre del 2020 y en la que participaron unos 2.000 pacientes, señala que la persistencia de los síntomas por COVID-19 puede llegar a prolongarse más de 6 meses y que se registraron hasta 37 o mas síntomas de media por persona.
Fruto de ese trabajo conjunto entre la SEMG y los colectivos de Long Covid ACTS, se ha elaborado una infografía que recopila la sintomatología persistente así como un kit de Atención Básica al Paciente con COVID-19 Persistente, principalmente destinado a los médicos de Atención Primaria.
Afectados de COVID-19 Persistente o Long Covid en Castilla y Leon
Actualmente, se estima que entre un 10% y un 20% – según los estudios – de los pacientes de COVID-19 son persistentes. Debido a la falta de registros oficiales y a la escasez de pruebas diagnósticas durante los primeros meses de la pandemia, podrían ser incluso más. En España, este colectivo representaría por lo tanto un mínimo de 200.000 pacientes.
Unos castellanos y leoneses que actualmente se enfrentan «a una sensación de abandono total tras haber pasado la fase aguda de la enfermedad, chocan con la incomprensión incluso de sus círculos más cercanos, y que se han visto directamente impactados en sus vidas laborales y familiares». Algunos siguen de baja laboral, otros han sido dados de alta tras obtener una prueba PCR negativa pero a duras penas consiguen llevar a cabo sus tareas diarias o, si lo hacen, acaban su jornada completamente exhaustos.
Por este motivo – «y tras constatar el impacto positivo que ha supuesto para los pacientes la formación de colectivos de afectados por COVID-19 Persistente en otras Comunidades Autónomas – hemos decidido juntarnos un grupo de personas de distintos ámbitos de la sociedad a las que unen una misma sintomatología y formar el colectivo de afectados de Castilla y Leon , Longcovid Castilla y Leon que ya queda integrado en el de Long Covid ACTS».
Es importante recalcar que, recientemente, la OMS ha reconocido el COVID-19 Persistente como enfermedad, aunque España todavía no se ha pronunciado al respecto. «Hacemos un llamamiento a los castellanos y leoneses que se vean reflejados en esta sintomatología clínica para que se pongan en contacto con nosotros, y pedimos a los colectivos sanitarios e instituciones que nos reciban para exponerles nuestra problemática y presentarles los resultados de la encuesta realizada conjuntamente con la SEMG. Realizaremos contactos directos con ellos en los próximos días para presentarnos personalmente y ofrecerles nuestra colaboración. Porque juntos, avanzaremos en la lucha contra el virus y en el cuidado de los pacientes».