Más de 200.000 hombres del Reino Unido han pasado por un estudio, presentado en la Conferencia Europea e Internacional sobre Obesidad (ECOICO). Éste revela la existencia de un vínculo entre la adiposidad central (concentración de grasa corporal alrededor de la vientre y cintura) y el riesgo de muerte por cáncer de próstata.
Este tipo de cáncer es la segunda causa más común de muerte específica por cáncer entre los hombres en el Reino Unido. Uno de cada seis hombres de este país son afectados por dicha enfermedad durante su vida. Causa por tanto más de una cuarta parte de todos los nuevos casos de cáncer masculino, y casi 12.000 muertes cada año en el Reino Unido.
Se conocía de la existencia de alguna evidencia que sugiriera una relación entre la adiposidad (cantidad de grasa corporal) y la probabilidad de morir de cáncer de próstata. Pero para precisar esta asociación se necesitaba más investigación, y determinar con ello si no es solo la cantidad, sino también la distribución de grasa dentro el cuerpo que tiene un impacto en el riesgo.
El estudio ha sido realizado por la doctora olvegueña Aurora Perez-Cornago y sus compañeros de la Unidad de Epidemiología del Cáncer, Departamento de Salud de la Población de Nuffield, de la Universidad de Oxford. Han contado con la financiación del Cancer Research UK. El objetivo de esta investigación fue comprender cómo, tanto la adiposidad total, como la distribución de la grasa en el cuerpo, se relaciona con el cáncer de próstata.
Para ello, el equipo seleccionó a 218.225 hombres que participaron voluntariamente en el estudio del Biobanco del Reino Unido (500.000 voluntarios de 40 a 69 años reclutados entre 2006 y 2010) y libres de cáncer en la fecha de referencia.
Los científicos siguieron la salud de los voluntarios durante 10,8 años utilizando datos de bases de datos administrativas de salud. Recopilaron detalles del índice de masa corporal (IMC), el porcentaje de grasa corporal total (medido mediante bioimpedancia), la circunferencia de la cintura y la relación cintura-cadera cuando cada voluntario fue reclutado.
El historial médico y los factores socioeconómicos y de estilo de vida, se tuvieron en cuenta para los análisis estadísticos complejos, y con ello, estimar los vínculos entre el riesgo de morir de cáncer de próstata y estas medidas de adiposidad.
571 hombres murieron de cáncer de próstata en el período de seguimiento. El descubrimiento de los investigadores arrojó que, si bien no existía una asociación clara entre el IMC o el porcentaje de grasa total con el riesgo, si había un vínculo positivo entre las medidas de adiposidad central y el riesgo de muerte por cáncer de próstata.
Los que contaban con una mayor circunferencia de cintura (en el 25% superior) tenían un 35% más de probabilidades de morir de cáncer de próstata que los hombres en el 25% inferior. Mientras que aquellos en el 25% superior para la proporción cintura-cadera tenían un 34% más de probabilidades de morir que los hombres en el 25% inferior.
La doctora Perez-Cornago concluye: «Encontramos una asociación significativa entre la concentración de grasa corporal alrededor del abdomen y la cintura y el riesgo de muerte por cáncer de próstata, pero no una asociación clara entre la grasa corporal total y el riesgo de muerte por cáncer de próstata. Sin embargo, un número mayor de los casos en este estudio junto con estudios en otras poblaciones son necesarios para confirmar estos hallazgos», añade.
Recuerda que «un IMC alto aumenta el riesgo de otras enfermedades, incluidos otros tipos de cáncer, por lo que las personas deben considerar las implicaciones del exceso de grasa corporal en cualquier parte del cuerpo».