Ha sido donado a la Junta de Castilla y León por un particular y forma parte del dolmen de La Mina, en Alcubilla de las Peñas, del que ya se expone un menhir en el propio Museo Numantino
Antes de su exposición al público se realizará un diagnóstico de conservación, limpieza y estudio arqueológico
El Museo Numantino cuenta con un nuevo menhir procedente del dolmen de La Mina, en Alcubilla de las Peñas. Gracias al compromiso con el patrimonio cultural demostrado por Enrique Agustí Santander, vecino de Arcos de Jalón, quien lo recuperó y ahora ha donado a la Junta de Castilla y León. Lo ha hecho tras realizar las gestiones necesarias con el Servicio Territorial de Cultura, Turismo y Deporte de Soria (Área de Arqueología y Museo Numantino).
Características del menhir
La pieza mide 2,66 metros de longitud, 60 centímetros de anchura, 40 centímetros de profundidad y pesa 1.251 kilogramos. Ha sido trasladada al almacén del Museo Numantino, donde se realizará el diagnóstico de conservación, su limpieza y estudio arqueológico. El proceso concluirá con la construcción de un soporte que permita su exposición e instalación en las salas del Museo Numantino. Cuando la investigación ofrezca los datos que la hagan comprensible.
Durante los trabajos de excavación llevados a cabo por el equipo del Dr. Manuel Rojo Guerra (Universidad de Valladolid) desde la década de los 90 del siglo pasado, se descubrió un menhir partido en época histórica en cuatro fragmentos. Este fue reconstruido y ahora puede verse en la sala de Prehistoria del Museo Provincial. En el transcurso de dichos trabajos, varios vecinos de la localidad dieron la noticia de que no era el único menhir existente en el monumento. Ellos refirieron que durante mucho tiempo, otra piedra de similares características había sido trasladada hasta el borde de la carretera que unía Alcubilla de las Peñas con Mezquetillas. Después de unos años, dicha piedra desapareció del lugar.
Único dolmen de esta tipología en Castilla y León
La recuperación del menhir supone un hallazgo de gran importancia, ya que el dolmen de La Mina es el primer y único monumento de Castilla y León con este tipo de estelas/menhir. Por el contrario sí son habituales en otras zonas peninsulares y extra peninsulares. No obstante, nunca se habían encontrado en monumentos de nuestra Comunidad.
Además, el hecho de formar conjunto con el menhir recuperado durante los trabajos de excavación hace que el hallazgo sea aún más trascendente si cabe. Esto sucede porque en ningún monumento documentado hasta el presente se han encontrado por pares.
Estudios preliminares
Los primeros estudios, que recibirán un impulso definitivo con el nuevo hallazgo, confirman que las propias grafías y motivos que aparecen son testigos de las largas biografías de uso de los monumentos. Se encuentran muy deteriorados por el tiempo, así como por el tipo de roca arenisca sobre la que se han efectuado.
Parecen haber sido decorados a lo largo de los distintos ciclos de uso de la tumba. Adaptando la distinta iconografía en cada momento de uso durante el neolítico. También incluyendo los epígonos del monumento en época campaniforme. El inicio de su elaboración y uso se fecha en el primer cuarto del cuarto milenio, hace unos 5.600 años.
De forma inmediata, el equipo del profesor Rojo Guerra, procederá a la realización de una precisa documentación fotogramétrica del nuevo menhir para poder precisar el contenido iconográfico. También el estudio comparativo de ambos ejemplares, así como el rastreo de las tradiciones culturales y cronológicas que encierran sus grafías. Todo ello orientado a un mejor conocimiento científico y a una posterior adecuada proyección social y expositiva que abordará el propio Museo Numantino.