Tras el acto del pregón de fiestas de San Esteban de Gormaz, llegó el momento de acudir hasta el tempo de la Virgen del Rivero, para honrar a la patrona con la tradicional Salve. Las voces al unísono de todo el pueblo se hicieron notar con una gran carga emocional y espiritual. Tras su finalización, volvió la algarabía con la Bajada de La Salve por parte de todos los peñistas.