El objetivo ha sido que este sector empresarial conociera con detalle las ayudas económicas a las que pueden acceder a través de este programa estratégico de recuperación
La delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, acompañada por el subdelegado en Soria, Miguel Latorre, ha participado hoy en el Encuentro de las industrias agroalimentarias de Soria y Teruel con el director general de Industria y Pymes, Galo Gutiérrez, sobre el PERTE Agroalimentario.
La reunión, que ha sido organizada por las cámaras de Comercio de estas dos provincias, ha tenido como objetivo que este sector empresarial conociera con detalle las ayudas económicas a las que pueden acceder a través de este programa estratégico de recuperación, dotado con 1.000 millones de euros de inversión pública procedentes de los fondos europeos gestionados por el Gobierno de España a través del Plan España Puede.
“El Gobierno de España tiene claro que necesita la ayuda de todos los agentes implicados en el desarrollo de nuestro país y las Cámaras de Comercio han sido siempre un aliado comprometido con este objetivo”, ha asegurado Virginia Barcones, agradeciendo así a las cámaras de Comercio esta iniciativa “para que dos de los territorios más despoblados de España aprovechen esta oportunidad para la transformación de su modelo económico y productivo, para que Soria y Teruel puedan ganarle la batalla a la despoblación”.
Según Barcones, “va a haber un intercambio de ideas con los empresarios que nos va a permitir recoger una información precisa y directa para que el Gobierno pueda diseñar las políticas públicas partiendo de la información concreta que nos facilite este sector empresarial”. Galo Gutiérrez también ha insistido en esta idea: “lo importante es saber lo que opinan las empresas para ver cómo enfocamos nuestras convocatorias de ayudas, para que sean útiles para los empresarios”.
“Tenemos muchos recursos disponibles –ha añadido la delegada–, se trata de que escuchemos a las empresas, a los territorios y, trabajando todos juntos, dos de los territorios más despoblados de España aprovechen esta oportunidad para la transformación del modelo económico y productivo, para que Soria y Teruel puedan ganarle la batalla a la despoblación. El PERTE Agroalimentario es un proyecto estratégico esencial para la recuperación y la modernización de nuestro país y en territorios como los hoy aquí representados, Soria y Teruel, puede suponer una extraordinaria oportunidad de futuro para superar una incertidumbre económica a la que tenemos que hacer frente con ideas innovadoras”.
Junto al director general de Industria y Pymes del Ministerio de Industria, Comercio y Consumo, ha estado Justo Pagán, de la subdirección de Áreas y Programas Industriales, en la que se encuadra el Eje 1 del PERTE, referido al ‘Fortalecimiento industrial del sector agroalimentario’.
En su intervención, Virginia Barcones ha puesto de relieve la importancia de los PERTES (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación) como uno de los instrumentos principales para lograr un impacto económico significativo y el despliegue de los fondos europeos en todo el territorio estatal, donde está previsto que movilicen 30.000 millones de euros de inversión pública.
“Solo el PERTE Agroalimentario supone una inversión pública de 1.000 millones de euros hasta 2023, con un impacto económico previsto de 3.000 millones de euros y la creación neta de hasta 16.000 empleos. Con él, el Gobierno de España pretender promover el desarrollo integrado de toda la cadena agroalimentaria, mediante la digitalización de los procesos y la incorporación de conocimiento e innovación. Se trata de facilitar el acceso a alimentos sanos, seguros y sostenibles, que cubran las necesidades de una población cada vez más segmentada y con una mayor demanda de alimentos con atributos saludables y medioambientalmente sostenibles”, ha subrayado Barcones ante los empresarios de Soria y Teruel.
“Otros objetivos que se marca el PERTE Agroalimentario son los de incrementar la competitividad y la sostenibilidad del sector ante retos como el cambio climático, la conservación del medio ambiente, del suelo, del agua, del aire y de la biodiversidad, la trazabilidad y la seguridad alimentaria en un país que ya cuenta con los más altos estándares de seguridad del mundo”.
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