Tras dos largos años de pandemia, la Asociación de Amigos de Sarnago regresa con un amplio programa de actividades con motivo de Beltaine, la fiesta de la primavera de la civilización céltica que luego fue asimilada por los “mayos” y otros ritos en la cultura rural tradicional.
Esta celebración revivirá en las Tierras Altas de Soria. Música, camaradería,
comidas, danza, libros, conferencias, ritos y diversión estarán presentes otro año en otra
aldea que pondremos en el mapa durante al menos un día… Los organizadores,
Asociación de Amigos de Sarnago y Asociación de Amigos de la Celtiberia, quieren
también añadir un sentido reivindicativo a la celebración. Esta vez hablaremos del
papel que desempeña la vivienda en la revitalización rural.
«Con ese afán revivificador simbólicamente vamos a plantar un roble en la dehesa, a la manera de los tradicionales mayos que pretendían fecundar la tierra y propiciar buenas cosechas. Ahora no necesitamos trigo, necesitamos gente y casas para los que vengan».
Todos aquellos que quieran sumarse a la fiesta, siempre reivindicativa, están invitados. La hospitalidad celtíbera está a prueba de todo y no faltará un trozo de carne (el jabalí de Asterix será cordero) y un buen vaso del vino de la Celtiberia.
Todos aquellos que quieran sumarse a la fiesta, siempre reivindicativa, están
invitados. La hospitalidad celtíbera está a prueba de todo y no faltará un trozo de carne
(el jabalí de Asterix será cordero) y un buen vaso del vino de la Celtiberia.
Programa de actividades
11’00-11’30 horas: Recepción de participantes en la plaza del pueblo.
11’30 h.: Debate sobre la vivienda en la Celtiberia rural: medidas para la revitalización,
conducido por Ángel Muñoz (AAC) y José María Carrascosa (AAS). Plaza del pueblo (si lloviera se trasladaría, como otros actos, a la escuela-museo). Lectura del manifiesto.
12’45 h.: Visita guiada a los hitos principales del patrimonio ecocultural de Sarnago. Culminará en el castro celtibérico de El Castillo, donde un bardo irlandés recitará un poema en gaélico en recuerdo de nuestra vieja lengua céltica.
14’00-16’00 h.: Comida de hospitalidad entre celtíberos. Sobremesa amenizada por música
17’00 h.: Presentación de la Guía Turística de la Celtiberia y de las cartillas de los celtíberos a cargo de la AAC.
18.00 h.: “¿Cuándo comienza la primavera?” Javier Sainz compartirá esta breve disertación
con el público.
18.30 h.: Acto de magia y abrazo de la naturaleza en la dehesa (nemeton local) a cargo de los y las druidas. Se plantarán robles melojos entorno a un mayo.
19’30 h.: La hora de los bardos: recital poético, narrativo y musical (Trasnochos)
21.00 h.: Se activan las hogueras de Walpurgis bendecidas por los hombres y mujeres
mágicos.
21’30 h.: Banquete nocturno de hermanamiento ofrecido por la Asociación de Amigos de
Sarnago.
23’00 h.: Celebración de la luz y del estallido primaveral en torno a la hoguera de la Noche de Walpurgis. Música, danza, caelia y otros brebajes en hermandad celtibérica.
Actuación del grupo soriano Trasnochos con música celtibérica.
Un poco de historia… ¿Qué es ‘Beltaine’?
Las celebraciones comenzaban con la Noche de Walpurgis, encendiéndose hogueras que se apagaban al día siguiente (Beltaine) para encender un simbólico fuego nuevo. Esa noche, en la que como en la que precede a Samhain (la otra gran festividad celta del 1 de noviembre ahora divulgada desde el Imperio como Halloween) vagaban los espíritus, ha sido advocada frecuentemente por el cine de terror. Beltaine (1 de mayo) es una fecha simbólica, fundamental en el calendario celta (más perfecto todavía que el actual gregoriano, como prueba el bronce de Coligny) en el centro de la “Edad del Roble”.
Las celebraciones giraban en torno a la naturaleza, ya que la religión celta tenía un preponderante sesgo panteísta. Estos cultos a la Naturaleza (La Fuente de Vida, la Fuente de Todas las Cosas) fueron recreados con potente sentido mítico en El Druida, de Morgan Llyvelyn, quien pone en boca de Anvar estas palabras: «Más tarde descubriría que los romanos afirmaban que adorábamos a los árboles, pero los romanos sólo ven la superficie de las cosas. Los druidas no adoramos a los árboles, sino que adoramos entre los árboles y con los árboles. Todos juntos adoramos a la Fuente”.
También han quedado testimonios históricos de estas celebraciones primaverales, como éste recogido por John Ramsay en las Islas Británicas durante el siglo XVI: “Igual que el otro culto público de los druidas, la fiesta de Beltane, creemos que se ejecutaba sobre collados y cerros. Ellos pensaban que era degradante para aquel cuyo templo es el universo, suponer que morase en cualquier casa hecha con las manos. Por esta razón los sacrificios eran ofrendados al aire libre, con frecuencia sobre las cimas de las colinas, donde se les ofrecía el panorama más grandioso de la naturaleza y donde estaban más cercanos a la sede el calor y el orden”.