martes 30 mayo, 2023
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El Burgo de Osma celebra los 100 años de Victorina Villanueva Gil

La mujer centenaria, que ha salido por primera vez de casa desde que estalló la pandemia generada por la enfermedad Covid-19, ha recibido el cariño de todos los presentes, una placa conmemorativa entregada por la diputada Eva Muñoz y un ramo de flores, por parte del alcalde de El Burgo de Osma, Antonio Pardo.

El Burgo de Osma está de celebración porque la Parroquia de Nuestra Señora de El Carmen acoge el centenario de Victorina Villanueva Gil, que no sale de su vivienda particular desde que estalló la pandemia generada por la enfermedad Covid-19. “Hoy asistirá a la misa y a una comida familiar”, han explicado sus familiares.

Eva Muñoz, diputada de Servicios Sociales es la encargada de entregar la placa conmemorativa y el acta con la fecha del cumpleaños de la centenaria. Por parte del ayuntamiento, Antonio Pardo, Alcalde de El Burgo de Osma, ha hecho entrega de un ramo de flores.

Victorina nació el 29 de octubre de 1921 en Osma. Es hija de Máximo y María, y vivió en casa con sus padres y junto a sus tres hermanas hasta que se casó con Andrés el 15 de diciembre de 1950.

La centenaria siempre ha sido una amante de los viajes, “un culo inquieto no solo por placer, también por trabajo”, ha bromeado. Precisamente Por motivos de laborales, Victorina y su esposo Andrés, que falleció hace 23 años, se trasladaron a Valencia de Alcántara en Cáceres, Medinaceli, Berlanga de Duero y por último llegaron se asentaron en el Burgo de Osma, dónde reside desde hace 47 años.

El matrimonio tuvo dos hijos, Andrés y Ángel, a los cuales con sacrificio y esfuerzo les llevaron a la Universidad. También tiene tres nietos, de los que presume orgullosa.

Respecto a su trabajo, Victorina siempre ha sido ama de casa y se ha dedicado al bienestar de su familia con cariño y enseñando los mejores valores y principios. Actualmente vive en su casa y al cuidado de sus hijos.

Para la familia era tradición juntarse para realizar la matanza del cerdo. Se trata de una costumbre que mantuvieron en el tiempo las cuatro hermanas durante muchos años.

Victorina ha confesado sus aficiones como jugar a las cartas, hacer sopas de letras, ver los concursos de la televisión y sus rezos diarios.

Antes de la pandemia generada por la enfermedad Covid-19, jugaba a las cartas por las tardes en el centro de la tercera edad, pero ahora por evitar contactos con otras personas sigue jugando a las cartas, pero en casa con su hermana, que también celebró su centenario hace cuatro años y hoy de nuevo vuelven a poner juntas el número 100 en la tarta de cumpleaños.