Era la primera vez que Rubén Sanz pisaba la plaza de toros de San Esteban cómo torero. El soriano cosechó una oreja, con petición de segunda, y una ovación, con novillos de Boyano de Paz. Por su parte, el otro torero, Miguel de Pablo cosechó tres orejas (una en su primero y dos en el segundo). El novillero Eusebio Fernández solo pudo llevarse los aplausos del coso sanestebeño.