El presidente de la Diputación Provincial de Soria, Benito Serrano, se muestra preocupado por la salida de varios pueblos de los controles de potabilidad de agua que se realizan en los municipios.
Según la orden de la Junta de Castilla y León, todos los núcleos de población de la comunidad menores de 50 habitantes estarán eximidos de realizar controles de agua y de cloración.
Hasta ocho municipios se han acogido a esta norma para varias pedanías.
Benito Serrano afirma que es una cuestión económica por los cerca de 700 euros que cuestan al año sendos controles.
Serrano señala esa preocupación, pero indica que los esfuerzos de Diputación se centrarán en el mantenimiento de los controles para garantizar el agua de consumo a todos los municipios.